M.A. Rodríguez Silva
Olivares, Sevilla, 1960.
Es licenciado en pintura por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla.
Rodríguez Silva pone el acento en lugar más extremo de la abstracción, la monocromía. Para el artista sevillano, el mero acto de expandir un pigmento sobre una superficie ya es considerado un hecho artístico en sí mismo. Los distintos formatos y espesores del óleo, asumen el protagonismo de la obra e invitan al espectador a disfrutar de su dimensión tridimensional. A partir del fragmento como elemento estructural, el artista desarrolla obras complejas que propician la interacción entre elementos modulares.
El artista asume una postura esencialista frente a la práctica artística, en tanto su principal preocupación plástica se concentra en los aspectos materiales y concretos de la pintura. Mostrando el contraste entre el carácter inerte y deshumanizado del metal y la cualidad orgánica de la materia pictórica, su obra (desnuda de artificios, imperturbable y sintética) persigue la máxima intensidad visual con la mínima e imprescindible utilización de elementos plásticos.
Su obra está representada en prestigiosas colecciones institucionales y corporativas andaluzas como la colección Unicaja; Colección Cajasol; Palacio Conde Duque de Olivares; Ayuntamiento de Huelva; Ayuntamiento de Cádiz y la Colección de la Junta de Andalucía, entre numerosas colecciones privadas.